El camarada Stalin, una vez ascendido a Secretario General, ha concentrado en sus manos un poder inmenso, y no estoy seguro de que sepa utilizarlo conm la suficiente prudencia. Por otra parte, el camarada Trotski, según demuestra su lucha contra el comité central con motivo del Comisario del Pueblo de Vías de Comunicación, no se distingue únicamente por su gran capacidad. Personalmente quizá sea el hombre más capaz del actual comité central, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído por el aspecto puramente administrativo de los asuntos.
Estas dos cualidades de dos destacados jefes del comité central actual pueden llevar sin quererlo a la escisión, y si nuestro partido no toma medidas para impedirlo, la escisión puede venir sin que nadie lo espere.
Testamento de Lenin, diciembre de 1922.
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