El contrato social.

Si se busca en qué consiste el bien más preciado de todos, que ha de ser objeto de toda legislación, se encontrará que todo se reduce dos cuestiones principales: la libertad y la igualdad, sin la cual la libertad no puede existir.
Renunciar a la libertad es renunciar a ser hombre, a los derechos y a los deberes de la humanidad.
la verdadera igualdad no reside en el hecho de que la riqueza sea absolutamente la mismo para todos, sino que ningún ciudadano sea tan rico como para poder comprar a otro y que no sea tan pobre como para verse forzado a venderse. Esta igualdad, se dice, no puede existir en la práctica. Pero si el abuso es inevitable, ¿quiere eso decir que hemos de renunciar forzosamente a regularlo? Como, precisamente, la fuerza de las cosas tiende siempre a destruir la igualdad, hay que hacer que la fuerza de la legislación tienda siempre a mantenerla.
Rousseau, J.J., El contrato social.

La Constitución de 1812.

Las Cortes generales y extraordinarias de la nación española (...) decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno y la recta administración del Estado:
Artículo 1. La nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Artículo 2. La nación española es libre e independiente, y no es, ni puede ser, patrimonio de ninguna familia, ni persona.
Artículo 3. La soberanía reside esencialmente en la nación, y por lo mismo pertenece a esta, exclusivamente, el derecho de establecer leyes fundamentales.
Artículo 4. La nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
Artículo 15. La potestad de hacer leyes reside en las Cortes con el Rey.
Artículos de la Constitución de Cádiz de 1812.

Alimentos y revolución.

Todo comenzó en otoño de 1845, cuando una plaga desconocida atacó a las patatas, alimento esencial de los pobres, y las volvió negras e incomenstibles. En 1846 no hubo apenas cosechas, y las de 1847 y 1848 fueron muy escasas. En aquellos lugares en que la subsistencia de las clases populares dependía de este tubérculo, el hambre fue espantosa y causó cientos de miles de muertos. (...) Dos malas cosechas de cereales, también en 1846 y 1847, completaron la catástrofe y la hicieron extensiva a toda Europa.

Josep Fontana: La Revolución Industrial y los nacionalismos, 1993.

¿ Qué es el Estado llano?

(...) Así, ¿ qué es el Estado llano?. Todo, pero un todo trabajado y oprimido. ¿ Qué sería el tercer estado sin la clase privilegiada?. Todo, pero un todo llano y floreciente (...).
¿ No es igualmente cierto que la clase noble goza de privilegios, e incluso de derechos, separados del gran cuerpo de ciudadanos? (...). Sus derechos civiles la convierten en un cuerpo aparte dentro de la gran nación.
Respecto a los derechos políticos, la clase privilegiada los ejerce a parte (...) su representación es extraña a la nación por su principio, puesto que su misión no emana del pueblo, y también por su objeto, porque no defiende el interés general, sino el interés particular.
El tercer estado abraza, pues, todo lo que pertenece a la nación, y todo lo que no es el tercer estado no puede considerarse como formando parte de ella.
Sieyes, E. J., ¿ Qué es el Estado llano ?

La industrias textil catalana.

En 1833, la Junta de fábricas emitió el siguiente dictamen:

La fábrica de Bonaplata y Cia. (...) es la primera que armó telares de tejer mecánicamene (...). esta sociedad tuvo también la primera máquina de pintar indianas; ahora no solamente pueden construirse en sus talleres todas las máquinas necesarias para ellas, sino que recibieron el algodón de Motril, en rama, sale de ellas pintado y dispuesto a ser cortado para vestidos, en compencia con lso extranjeros. Tiene empleadas de seis a setecientas personas (...), los telares mecánicos y demás que encierra el establecimiento, movid todo por la hermosa máquina de vapor, son dignos de atención de todos los fabricantes y de cuantos estimen el interés público y bien de la patria.
Manuel Tuñón de Lara: La España del siglo XIX, 1977.

Carta de Cecil Rhodes al periodista Stead (1985).

Ayer estuve en East-End londinense y asistí a una asamblea de parados. Al oír discursos exaltados cuya nota dominante era ¡pan!, ¡pan! y al reflexionar, de vuelta a casa sobre lo que había oído, me convencí, más que nunca, de la importancia del imperialismo (...). La idea que yo acaricio es la solución del problema social: para salvar a los cuarenta millones de habitantes del Reino Unido de una mortífera guerra civil, nosotros, los políticos coloniales, debemos posesionarnos de nuevos territorios; a ellos enviaremos el exceso de población y en ellos encontraremos nuevos mercados para los productos de nuestras fábricas y de nuestras minas. El imperialismo, lo he dicho siempre, es una cuestión de estómago. Si queréis evitar la guerra civil, debéis convertiros en imperialistas.
Carta de Cecil Rhodes al periodista Stead (1985).

EL EXTRAVÍO DE EUROPA.

Europa se extravió en alguna parte, antes de 1914. Los europeos creían que estaban avanzado hacia una especie de alta meseta, llena de un benéfico progreso (...). En lugar de eso, Europa tropezó con el desastre, en 1914. No es fácil ver exactamente dónde se extravió Europa, es decir, en qué punto fue ya inevitable la Primera Guerra Mundial (...):

R. Parlmer y Colton: Historia Contemporánea, 1985.

LA DOCTRINA DEL FACISMO.

El liberalismo negaba el Estado en favor del individuo; el facismo reafirma al Estado como la verdadera libertad del individuo. Éste existe en tanto existe en el Estado; está subordinado a las necesidades del mismo (...).

La concepción facista del Estado lo abarca todo; fuera de él no pueden existir valores humanos y espirituales. Así, el facismo es totalitarismo, y el Estado facista interpreta, desarrolla y otorga poder adicional a la vida entera de un pueblo.

Mussolini, B., La doctrina del facismo.

EL JORNALERO ANDALUZ.

Yo tengo clavada en la conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo lo he visto pasear su hambre por las calles del pueblo (...), los he visto contemplando en los cortijos, desarrollando una vida que se confunde con las de las bestias; los he visto dormir hacinados en sus sucias gañanías, comer el negro pan de los esclavos (...), trabajar de sol a sol, empapados por la lluvia en el invierno, caldeados en la siega por los ardores de la canícula; y he sentido indignación al ver que sus mujeres se deforman consumidas por las miserias de las ruedas de la faenas del campo; al contemplar cómo sus hijos perecen faltos de higiene y de pan (...).

EL HOLOCAUSTO.

La puerta era cerrada y los grupos de desinfectacción que estaban a la espera inmediatamente arrojaban el gas por los orificios del techo de la cámara de gas a través de un respiradero que descendía hastael suelo. (...). Los que estaban cerca del respiradero morían de frma inmediata. (...). El resto comenzaba a temblar y empezaba a gritar y a intentar conseguir aire. Los gritos, sin embargo, se transformaban pronto en jadeos y al cabo de escasos momentos todo quedaba en silencia (...). Los que gritaban y los que eran viejos, enfermos o débiles, o los niños pequeños, morían más de prisa que los que estabn sanos o eran jóvenes.

Rudolf Höss (comandante de Auschwitz) : Memorias, 1947.

DISCURSO DE JOHN F. KENNEDY.

(...) Durante la semana pasada se estableció una inconfundible y evidente prueba del hecho de que se está levantando ahora una serie de instalaciones de lanzamiento de proyectiles dirigidos en esa aprisionada isla. el propósito de esas bases no puede ser otro que el de establecer unas instalaciones capaces de llevar a cabo ataques nucleares contra el hemisferio occidental. (...)
(...) Esta transformación urgente de Cuba en una importante base estratégica (...) constituye una amenaza explícita para la paz y la seguridad detoda América (...).
(...) Nuestra política ha sido paciente, como corresponde a una nación fuerte, a la cabeza de una alianza de carácter mundial (...). No correremos el peligro de una guerra mundial nuclear prematura o innecesariamente, porque incluso de los frutos de una victoria serían amargos en nuestra boca, pero nunca retrocederemos ante los peligros que en cualquier momnento tengamos que afrontar (...).

LA DESTRUCCIÓN DE GUERNICA.

LLegué a Gernica el 26 de abril, a la cuatro cuarenta de la tarde. Apenas había bajado del coche cuando comenzó el bombardeo. La gente estaba aterrorizada. (...) El bombardeo duró hasta las siete cuearenta y cinco. Durante ese tiempo no pasabn cinco minutos sin que el espacio se viwera ennegrecido por los aviones alemanes. (...) Primeramente hacían fuego de ametralladora; después lanzaban las bombazs explosivas y, finalmente, las incendiarias. Los aviones volaban muy bajo, (...) y en las cunetas de ls carreteras se amontonaban juntos, tirados al suelo, mujeres y niños (...).

Relato del Padre Alberto Onaindía.

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.

Artículo 56.
1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes.
2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.
3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2.

Artículo 57.
1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.
2. El Príncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzca el hecho que origine el llamamiento, tendrá la dignidad de Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.
3. Extinguidas todas las líneas llamadas en derecho, las Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España.
4. Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes.
5. Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una Ley orgánica.

ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2008. UNICEF

En 1960, alrededor de 20 millones de recién nacidos no llegaban a cumplir cinco años; en 2006 (...) la tasa anual de muertes infantiles en el año fue inferior a los 10 millones. Las actividades concertadas de los gobiernos, los donantes, los organismos internacionales y los profesionales de la salud han llevado a la erradicación de la viruela y al logro de importantes reducciones de otras enfermedades como el sarampión y la poliomielitis.Mayores esfuerzos encaminados a garantizar una buena alimentación a los niños han impulsado drásticas reducciones de la desnutrición en muchos paísesa. La mejora del agua, el saneamiento y las prácticas relacionadas con la higiene han contribuido a reducir la incidencia de enfermedades diarreicas.
Estado Mundial de la Infancia 2008. UNICEF.

Sanidad propondrá que los profesores también se vacunen contra la gripe A

Europa Press Madrid

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, trasladará a la Comisión de Salud Pública la recomendación del titular de Educación, Ángel Gabilondo, de incluir al profesorado dentro de los grupos de riesgo susceptibles de verse afectados por la gripe A y por tanto de recibir la vacuna contra el virus.
Según la ministra, ha sido una "petición expresa" de Gabilondo tras un encuentro entre ambos para evaluar las consecuencias de la gripe A en los centros escolares y coordinar las actuaciones pertinentes. "Igual que no podemos prescindir de los médicos, no podemos prescindir de los profesores", ha recalcado Jiménez.
Asimismo, la ministra ha asegurado que siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), "hoy por hoy" no se va a proceder en España a retrasar el inicio del curso escolar ni a cerrar colegios en el caso de que se produzcan contagios.
En todo caso, la ministra ha admitido que el curso escolar podría empezar antes de que estén disponibles las vacunas y ha reconocido que de momento el único protocolo definido es el que se usa ahora en campamentos de verano y que no hay previstas nuevas medidas de control, pero sí campañas de información y de vigilancia en los colegios, informa Paloma D. Sotero.
Sobre posibles campañas de vacunación, ha explicado que serán las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma las que determinarán su implantación.

maria

maria

EL LIBERALISMO ECONÓMICO: LA FUNCIÓN DEL ESTADO


EL LIBERALISMO ECONÓMICO: LA FUNCIÓN DEL ESTADO

“Todo hombre, con tal que no viole las leyes de la justicia, debe quedar perfectamente libre para abrazar el medio que mejor le parezca para buscar su modo de vivir, y sus intereses; y que puedan salir sus producciones a competir con las de cualquier otro individuo de la naturaleza humana (…).
Según el sistema de la libertad negociante, al soberano sólo quedan tres obligaciones principales a que atender: la primera, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; la segunda, el poner en lo posible a cubierto de la injusticia y opresión de un miembro de la república a otro que lo sea también de la misma (…); y la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras y establecimientos públicos, a que nunca pueden alcanzar, ni acomodarse los intereses de los particulares, o de pocos individuos, sino los de toda la sociedad en común: por razón de que aunque sus utilidades recompensen con abundancia los gastos al cuerpo general de la nación, nunca recompensarían si los hiciese un particular.”
Adam Smith. La riqueza de las naciones. 1776.