Testamento de Lenin
La tarea del proletariado en la presente revolución.
Episodios Nacionales
nombre tiene nuestra nueva Reina?
María Cristina.
- (...) Dícese que este casamiento nos va a traer
grandes felicidades, porque la napolitana...pás-
mese usted...
El héroe, después de mirar a la puerta para estar
seguro de que nadie le oía, añadió en voz baja:
-Pásmese usted..., es una francmasona, una in-
surgente, mejor dicho, una real dama en quien los
principios liberales y filosóficos se unen a los sen-
mientos más humanitarios.(...)
-A mí me han dicho que ha puesto por condi-
cion para casarse que el Rey levante el destierro
a todos los emigrados.
- A mí me han dicho algo más -añadió Corde-
ro, (...) que ella es de lo fino en materia de libe-
ramislo ilustrado y filosófico, me lo prueba, más
que el bordar pendones, el odio que le tiene toda
la turbumalta inquisidora y apostólica de España
y Europa de las cinco partes del globo terráqueo.
Pérez Galdós, B. Episodios nacionales, vol. IV.
¿Qué es una nación?
El librecambismo :
¿Qué es el Tercer Estado?
El contrato social.
La Constitución de 1812.
Alimentos y revolución.
Josep Fontana: La Revolución Industrial y los nacionalismos, 1993.
¿ Qué es el Estado llano?
La industrias textil catalana.
Carta de Cecil Rhodes al periodista Stead (1985).
EL EXTRAVÍO DE EUROPA.
R. Parlmer y Colton: Historia Contemporánea, 1985.
LA DOCTRINA DEL FACISMO.
La concepción facista del Estado lo abarca todo; fuera de él no pueden existir valores humanos y espirituales. Así, el facismo es totalitarismo, y el Estado facista interpreta, desarrolla y otorga poder adicional a la vida entera de un pueblo.
Mussolini, B., La doctrina del facismo.
EL JORNALERO ANDALUZ.
EL HOLOCAUSTO.
Rudolf Höss (comandante de Auschwitz) : Memorias, 1947.
DISCURSO DE JOHN F. KENNEDY.
LA DESTRUCCIÓN DE GUERNICA.
Relato del Padre Alberto Onaindía.
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.
1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes.
2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.
3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2.
Artículo 57.
1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.
2. El Príncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzca el hecho que origine el llamamiento, tendrá la dignidad de Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.
3. Extinguidas todas las líneas llamadas en derecho, las Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España.
4. Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes.
5. Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una Ley orgánica.
ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2008. UNICEF
Sanidad propondrá que los profesores también se vacunen contra la gripe A
Europa Press Madrid
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, trasladará a la Comisión de Salud Pública la recomendación del titular de Educación, Ángel Gabilondo, de incluir al profesorado dentro de los grupos de riesgo susceptibles de verse afectados por la gripe A y por tanto de recibir la vacuna contra el virus.
Según la ministra, ha sido una "petición expresa" de Gabilondo tras un encuentro entre ambos para evaluar las consecuencias de la gripe A en los centros escolares y coordinar las actuaciones pertinentes. "Igual que no podemos prescindir de los médicos, no podemos prescindir de los profesores", ha recalcado Jiménez.
Asimismo, la ministra ha asegurado que siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), "hoy por hoy" no se va a proceder en España a retrasar el inicio del curso escolar ni a cerrar colegios en el caso de que se produzcan contagios.
En todo caso, la ministra ha admitido que el curso escolar podría empezar antes de que estén disponibles las vacunas y ha reconocido que de momento el único protocolo definido es el que se usa ahora en campamentos de verano y que no hay previstas nuevas medidas de control, pero sí campañas de información y de vigilancia en los colegios, informa Paloma D. Sotero.
Sobre posibles campañas de vacunación, ha explicado que serán las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma las que determinarán su implantación.
EL LIBERALISMO ECONÓMICO: LA FUNCIÓN DEL ESTADO
EL LIBERALISMO ECONÓMICO: LA FUNCIÓN DEL ESTADO
“Todo hombre, con tal que no viole las leyes de la justicia, debe quedar perfectamente libre para abrazar el medio que mejor le parezca para buscar su modo de vivir, y sus intereses; y que puedan salir sus producciones a competir con las de cualquier otro individuo de la naturaleza humana (…).
Según el sistema de la libertad negociante, al soberano sólo quedan tres obligaciones principales a que atender: la primera, proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades independientes; la segunda, el poner en lo posible a cubierto de la injusticia y opresión de un miembro de la república a otro que lo sea también de la misma (…); y la tercera, la de mantener y erigir ciertas obras y establecimientos públicos, a que nunca pueden alcanzar, ni acomodarse los intereses de los particulares, o de pocos individuos, sino los de toda la sociedad en común: por razón de que aunque sus utilidades recompensen con abundancia los gastos al cuerpo general de la nación, nunca recompensarían si los hiciese un particular.”
Adam Smith. La riqueza de las naciones. 1776.